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26 abril 2016
Qué no debes hacer
para perder esos kilos de más
Secció Col•legial
de Metges d’Estètica del Col•legi Oficial de Metges de
Barcelona
Dr. J. Antonio Casermeiro
Secretario de
El problema
Continuamente
nos hacemos propósitos de enmienda para tener una vida más acorde con la que
deseamos. Dejar de fumar, hacer más ejercicio, y sobretodo, perder esos kilos
de más que nos han acompañado los últimos días, semanas o meses.
Nos
llegan miles de consejos para perderlos de una forma rápida y eficaz: la dieta
de la cebolla, de la alcachofa, dietas depurativas, diuréticas, dietas exprés, etc. Las revistas se llenan de trucos y planes de
adelgazamiento para ponernos en forma en cuatro días.
Intentaremos
a continuación desmontar algunas de estas «leyendas urbanas» que pueden causar
graves perjuicios de salud además de provocar un escepticismo injustificado
hacia todas las dietas en general.
Los errores
Todo hemos oído hablar de las dietas depurativas en
las que se persigue un tratamiento “de choque”... bueno, pues, cuidado porque
¡podemos acabar estrellándonos!
Nuestro cuerpo necesita de forma constante una serie
de nutrientes para poder llevar a cabo sus funciones más elementales. La falta
de algunos de ellos puede provocar problemas, como una disminución de las
defensas del organismo, el empeoramiento del estado de la piel, el descenso de
los niveles de minerales, malestar general, cansancio, etc.
Si ingerimos únicamente agua o zumos provocaremos, a
muy corto plazo, carencias que pueden costarnos caro en términos de salud. Ese
tipo de dietas nos ofrece un resultado momentáneo, pero que conlleva una
recuperación del peso al volver a una alimentación normal.
De igual manera, otros elementos, como la sauna, son
muy recomendables para la higiene y la depuración de la piel, pero la pérdida
de peso que ofrecen es totalmente transitoria, hasta el momento en que volvamos
a hidratarnos como es debido. “Hoy, en la sauna, he adelgazado un kilo en diez
minutos”, pues no, lo que has conseguido es simplemente pesar un kilo menos
durante unas horas, porque es evidente que en algún momento tendrás que beber.
Unos pocos alimentos nunca nos van a proporcionar las
cantidades de nutrientes necesarios para conservar nuestra salud intacta. Con
según qué intentos, podemos sufrir una descompensación que deje secuelas
importantes.
En el caso de una dieta con falta de las proteínas
necesarias, lo que estamos perdiendo no es solamente grasa sino también masa
muscular. Ello provocará la recuperación nuestro peso inicial inmediatamente al
acabar la dieta, porque nuestro cuerpo buscará recuperar ese músculo perdido.
Se llama "efecto rebote". Lo importante en una dieta no es cuánto
perdemos sino qué perdemos.
Al perder masa muscular, nuestro organismo gastará
cada vez menos, recuperando el peso perdido: “Comiendo lo mismo, antes me
adelgazaba y ahora me engorda”, claro, es que tu cuerpo antes necesitaba mucha
más energía que ahora, solamente para mantenerse. Se llama «metabolismo basal».
Como has perdido músculo durante tu dieta... "ya no eres un Ferrari, eres
una Vespino".
El principal objetivo de una dieta, no es perder peso
sino grasa. “No es lo mismo estar delgado que pesar poco”... no hay más que
observar a un atleta. Si no comemos una cantidad suficiente de proteínas, lo
único que conseguiremos es que la báscula marque una cifra menor pero a
expensas, por un lado, de nuestra masa muscular, como ya hemos dicho y, por
otro, de nuestra piel, provocando flacidez. En efecto, si el organismo no
recibe suficientes proteínas de la alimentación, las tomará del propio cuerpo.
Si perdemos peso pero no perdemos grasa, nos estamos
engañando; en poco tiempo vamos a recuperar todo lo perdido porque nuestro
cuerpo está “programado” para ahorrar energía y almacenarla.
La utilización de fármacos de tipo diurético es
sumamente peligrosa en manos inexpertas. Su uso puede causar problemas muy
graves. Cuando provocamos, artificialmente, una salida de líquidos de nuestro
organismo, perdemos también micronutrientes básicos
para nuestra salud: sodio, magnesio, vitaminas, calcio, ácidos grasos y, sobre
todo, potasio.
La pérdida de potasio afecta a la conducción
eléctrica de todos nuestros músculos. Si sucede en un músculo de la pierna,
notaremos solamente una sucesión de calambres más o menos molestos; pero si
tiene lugar en el músculo cardíaco, se tratará de algo mucho más grave para su
salud. De hecho, cuando hemos oído algún caso de fallecimiento en el transcurso
de una dieta estricta sin control médico, casi siempre ha sido por no tomar,
por ejemplo, el potasio necesario.
Ni que decir tiene que no existe ninguna pastilla
realmente adelgazante por sí misma que vaya a permitirnos disfrutar de
alimentos muy calóricos sin engordar.
Debemos ser conscientes de que una dieta siempre debe
concebirse como un tratamiento médico y, como tal, debe comenzar con una visita
al especialista y con una Historia Clínica y una analítica para identificar
todos aquellos problemas y contraindicaciones que puedan aparecer durante la
misma. La supervisión médica en cualquier dieta es necesaria no solamente para
evitar problemas de salud, sino también para consolidar un mantenimiento del
resultado a largo plazo.
Resumen
En
base a todo lo dicho, nuestra dieta “ideal” debería evitar todos esos errores y
cumplir con los criterios de una dieta de calidad:
...y
lo más importante para ello:
Pero,
por encima de todas las cosas, lo más importante para conseguir una dieta eficaz
y sana, es acudir a un profesional, a un médico que sepa indicarnos, según
nuestra historia clínica y exploraciones complementarias, qué tipo de dieta
debemos hacer.